Se trata de un instrumento financiero de ahorro para la jubilación en el que el tomador realiza aportaciones periódicas del importe y la periodicidad que desee, lo cual le permitirá disponer de un capital o una renta en el momento de la jubilación.
La mayor razón es porque el actual sistema de pensiones, tal y como está definido, puede llegar a ser insostenible, teniendo en cuenta que actualmente la recaudación de la Seguridad Social, es insuficiente para hacer frente al gasto en pensiones. Dicho de forma llana, el envejecimiento de la población hace insostenible las pensiones públicas a futuros y este efecto ya se empieza a apreciar.
El dinero del plan de pensiones se puede recuperar al llegar el momento de la jubilación o antes, en caso de incapacidad o fallecimiento (por los herederos). Adicionalmente, existen otros tres supuestos de cobro anticipado de la prestación:
- Desempleo prolongado
- Enfermedad grave
- Desahucio de la vivienda habitual.
Se aconseja comenzar a planificar la jubilación en el mismo momento en que ingresamos en el mercado laboral. Cuanto antes empecemos, menor será el esfuerzo que tendremos que hacer mañana, no sólo por disponer de más años para ahorrar, sino porque a lo largo de ese plazo, la rentabilidad que genere ese ahorro nos ayudará a conseguir antes nuestro propósito.
Los planes de pensiones son el único instrumento financiero que tiene reducción en la base imponible en el IRPF, hasta un límite de 8.000 euros.